Antología casi personal / Armando Almánzar Rodríguez

Tío Enrique -- Hacia un infiniro de ficción pura -- ¿Por qué no llamar a Nidia López? -- La amenaza viene de arriba -- Arquímedes y "el Jefe" -- Jose Antonio... "el Maestro" -- El maravilloso invento del tío Carlos -- El gato -- Límite -- Tríada -- Infancia feliz -- Pompa -- Lapsos -- Selva de agujeros negros para "Chichí La Salsa" -- Niños al atardecer -- Marcado por el amr -- Testigo -- Souvenir -- Volver a empezar -- Confusión -- Retorno.

Esta antología no es personal. O sea, que no es totalmente personal o, lo que es lo mismo —como lo indica su título— que es "casi personal". No es completamente personal, en primer lugar, porque como autor, no me parece que tenga derecho a emprender yo mismo esa tarea. No podría ser objetivo, algunos cuentos serían seleccionados por conyunturas que, necesariamente, no tendrían por qué ser cualitativas. Mucho depende un autor de sus circunstancias, mucho de uss vivencias, de sus recuerdos, de sus amores y rencores y odios, y cualquier relato o colección de relatos, es el que, necesariamente, me inclinaría en una u otra dirección que, por supuesto, podría coincidir con la de otras personas, pero no por obligación. Además, y lo reconozco de inmediato, soy demasiado perezoso para introducirme en una tarea tan exhaustiva y extenuante como es la de revisar todos y cada uno de los cuentos de los siete libros que he escrito desde 1966 hasta el presente. Por esa razón me he aferrado a mis amigos, pero no a amigos cualesquiera, sino a aquellos a quienes reconozco no sólo capacidad literaria, sino idoneidad e imparcialidad en lo que a jucio se refiere. Ninguno de ellos sería capaz de incluir un cuento si realmente no le gusta, ninguno de ellos es complaciente, cualquiera de ellos podría decirme, en un periquete, cuáles son aquellos relatos que consideran deficientes por una u otra razón. Por eso los cuentos que figuran en esta "Antología casi personal" fueron escogidos por Arturo Rodríguez Fernández, Alberto Perdomo Cisneros, José Alcántara Almánzar e Ida Hernández.